Lo primero de todo, feliz año.
Cuando nos dieron las vacaciones, viendo todo lo que había que hacer eso de vacaciones pues bueno, hacia gracia y aunque he descansado durante más tiempo que trabajado, lo que no se me ocurría durante ese tiempo de descanso era ir a un centro comercial.
Es increíble como en un tiempo donde el paro casi llega los 4 millones y medio, los salarios bajan, los precios suben etcétera, los centros comerciales siguen estando a rebosar.
Lo más increíble de todo, es que los comerciantes dicen que ha sido un año pésimo, entonces ¿las aglomeraciones de gente ¿qué hacen? ¿Van a mirar? y si miran, en reyes, que regalarán...¿una foto con lo qué le gustaba?
O unos pierden el tiempo mirando cosas que no van a comprar, u otros engañan a los demás y se auto engañan a si mismos pensando que no han vendido nada. Otra posibilidad es que sea tal la aspiración al consumismo, cuando se vende un 0,1% menos, los grandes comerciantes se tiran de los pelos, lo que reafirma la teoría de que el consumo y el dinero son los grandes males de esa sociedad, y no solo de esta, sino de la humanidad en su totalidad.
En el mismo momento que se cambio el trueque por la moneda, cambio la historia.
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